La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa aguda de origen viral. Dura poco tiempo y su gravedad puede variar dependiendo de cada caso. La infección puede progresar hacia la etapa de intoxicación, con síntomas de insuficiencia hepato–renal, con hematemesis, melena y otras manifestaciones hemorrágicas.
Se transmite por las picaduras del mosquito Aedes aegypti. En las selvas sudamericanas, la fiebre amarilla es transmitida por especies de mosquitos del género Haemagogus o Sabethes. Para los mosquitos la sangre de los enfermos es infectante desde las 24 a 48 horas antes del inicio de la fiebre, y hasta 3 a 5 días luego del inicio de la enfermedad. El período de incubación varía de 3 a 6 días.
Sudamérica, Colombia, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela, son los países más afectados. De este grupo surgen por año, entre 100 a 200 infectados. En 1995 se descubrieron 515 casos con 213 muertes (tasa de mortalidad, 41%). En el 2000, estos países sumados a la Guayana Francesa, notificaron 3000 casos y 1.800 muertes.
Como consecuencia, en América del Sur comenzaron a incorporar la vacuna contra la fiebre amarilla en sus calendarios de vacunación.
En Brasil, por ejemplo, las zonas de riesgo de transmisión son las siguientes: Acre, Rondoña, Mato Grosso, Goias, Mina Gerais, Tocantina, Pará, Amazonas, Roraima, Amapá y Maranhao, y de riesgo de transmisión esporádica es Piauí. Las zonas que carecen de riesgo son las de la costa atlántica del sur de este país, las cuales limitan con Argentina. El gobierno de misiones informó que uno de los casos sospechosos de fiebre amarilla que se investigaba dio positivo y de esta manera se confirma el primer caso en humanos en Argentina. Con respecto a la prevención se recomienda vacunar a las personas que aún no lo hicieron, el Gobierno nacional envió este fin de semana 40 mil dosis y señaló que se han habilitado 10 centros de vacunación en toda la provincia. Misiones es la primera provincia argentina en declarar un caso positivo de fiebre amarilla, pese a que el 85% de la población ya fue inoculada contra el mal.
Se transmite por las picaduras del mosquito Aedes aegypti. En las selvas sudamericanas, la fiebre amarilla es transmitida por especies de mosquitos del género Haemagogus o Sabethes. Para los mosquitos la sangre de los enfermos es infectante desde las 24 a 48 horas antes del inicio de la fiebre, y hasta 3 a 5 días luego del inicio de la enfermedad. El período de incubación varía de 3 a 6 días.
Sudamérica, Colombia, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela, son los países más afectados. De este grupo surgen por año, entre 100 a 200 infectados. En 1995 se descubrieron 515 casos con 213 muertes (tasa de mortalidad, 41%). En el 2000, estos países sumados a la Guayana Francesa, notificaron 3000 casos y 1.800 muertes.
Como consecuencia, en América del Sur comenzaron a incorporar la vacuna contra la fiebre amarilla en sus calendarios de vacunación.
En Brasil, por ejemplo, las zonas de riesgo de transmisión son las siguientes: Acre, Rondoña, Mato Grosso, Goias, Mina Gerais, Tocantina, Pará, Amazonas, Roraima, Amapá y Maranhao, y de riesgo de transmisión esporádica es Piauí. Las zonas que carecen de riesgo son las de la costa atlántica del sur de este país, las cuales limitan con Argentina. El gobierno de misiones informó que uno de los casos sospechosos de fiebre amarilla que se investigaba dio positivo y de esta manera se confirma el primer caso en humanos en Argentina. Con respecto a la prevención se recomienda vacunar a las personas que aún no lo hicieron, el Gobierno nacional envió este fin de semana 40 mil dosis y señaló que se han habilitado 10 centros de vacunación en toda la provincia. Misiones es la primera provincia argentina en declarar un caso positivo de fiebre amarilla, pese a que el 85% de la población ya fue inoculada contra el mal.
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